(J. Sabina)
Ayer estaba yo, a las 4 de la tarde, saliendo de uno de los hermosos castillos del Loira, y tenía que buscar alojamiento. Y entonces se me pasó por la cabeza una idea.
Como es importante quedarse con ganas de más para asegurarse de estar ansioso por repetir, pensé que a lo mejor iba llegando el momento de recogerse. Así es que comencé a hacer kilómetros rumbo sur, sin un objetivo fijo para la noche: hasta donde llegara...
Y llegué a San Sebastián, donde mi camino se cruzaba con el de otros peregrinos como yo. Así es que allí he hecho noche, no sin antes tomar unos gin tonics en el "Holly", en la mejor compañía.
Y hoy, hasta casa.
Naturalmente, estas líneas no sustituyen a la entrada de ayer. Anoche me permití la licencia de disfrutar de los amigos con los que estaba, y no escribir a los que aquí me seguís. Disculpadme.
Durante este fin de semana espero compensar eso, completando lo que se debe [hecho, véase Sabor a final], y si se tercia alguna cosa más, pero ya veremos. En ese momento os haré más extenso el agradecimiento que os anticipo hoy por haber estado conmigo estos días, en esta aventura [véase Epílogo, en Otras secciones]. Espero que lo hayáis disfrutado. Yo lo he hecho, viviendo el viaje y contandooslo a vosotros.
Pero tendréis más detalles en los próximos días...
PD: ¡Muchas felicidades! Y buen viaje mañana desde Villanueva...